Periódicos Radicales

Por Ulli Diemer


1. En lugar de hablar de periódicos radicales o socialistas, sería más preciso hablar de un periódico radical.

2. La acción de “Radicalizar” se refiere a dos procesos dialécticamente relacionados: la radicalización de la comunidad (o lugar de trabajo, etc.) al la cual sirve el periódico, y la radicalización del periódico en sí mismo. Ninguno de ellos puede ser radical, porque el radicalismo no es un estado de ser (un estado de Gracia), sino un estado de desarrollo.

3. Desde el momento en que el periódico es un medio de comunicación, un periódico radical debe expresar una aproximación radical a la comunicación. Esto quiere decir desafiando la propia concepción del periódico de dos maneras diferentes: el contenido de lo que se comunica, y la manera en la que se realiza la comunicación.

4. Para empezar con la palabra: periódico. Supuestamente un periódico está relacionado con la información; acontecimientos que han sucedido recientemente. Pero ¿qué acontecimientos de los sin número que se producen, son información y cuáles no? Un ‘acontecimiento’ es en sí mismo un concepto que está atado a una determinada visión del mundo: para algunos, por ejemplo, el aumento del capitalismo es uno de los mayores acontecimientos de la historia mundial, para otros, no existe tal acontecimiento. Muchos periódicos se limitan a acontecimientos aislados, sensacionalistas y de ese modo ignoran la mayoría de los eventos importantes, los cuales no son ‘sucesos informativos serios’. ¿Qué se selecciona?, ¿qué se pasa por alto?, ¿por qué?, ¿quién decide?

5. La selección implícitamente implica la interpretación de aquello que es importante y por qué, y por consiguiente fractura el mito de la objetividad, desde el momento en que los acontecimientos no son ‘objetivamente’ importantes. (¿Cómo podrían serlo, en un planeta en sí mismo sin importancia?). Uno no puede decir que un acontecimiento es importante sin indicar para quién lo es, y por qué.

6. La interpretación va más allá de la selección. Supone la presentación e interpretación de los acontecimientos en algo semejante a una estructura de significado. Diferentes visiones del mundo verán los mismos acontecimientos de maneras muy diferentes.

7. En general somos conscientes de cómo los periódicos capitalistas enfocan la información, y cuál es el interés que se sirve con su selección y análisis de la misma. El error común en la izquierda es asumir que sólo es necesario darle la vuelta a esta tendencia, para seleccionar e interpretar desde un punto de vista socialista en lugar de desde uno capitalista.

8. El resultado es una prensa de izquierda que es poco más que la imagen reflejada de la prensa capitalista. Los lectores son aleccionados y sermoneados; se señalan ‘lecciones’ en la mejor manera de la pedagogía autoritaria; y tareas fantásticas se gritan como órdenes: “Reducid la INCO!” “Desbancad las generales – Trabajadores al poder!”, “Parad la apropiación de petróleo”, etc.

9. Lo que se ignora es que esta tipo de comunicación sucede. La verdadera comunicación debería ser dialéctica, con el doble objetivo de ser un diálogo, y el sentido de liderar la transformación de aquellos que estén participando de ella o escuchando.

10. La comunicación capitalista no tiene naturalmente por objeto el ser de este tipo. El contenido del capitalismo, y por lo tanto el mensaje básico de los medios de comunicación capitalistas, es la aparentemente inevitable alienación de la vida social. Nosotros no somos ni podemos ser otra cosa que espectadores pasivos de cómo las fuerzas y acontecimientos, más allá de nuestro control, se desarrollan. Los medios pueden contarnos que los acontecimientos se están desarrollando como deberían, o pueden ser críticos en materia de detalles, pero en ningún caso permiten vernos a nosotros mismos como sujetos en lugar de objetos. Su propia estructura tanto como su contenido, son parte del mismo mensaje de aceptación pasiva en el cual la libertad se evapora porque el mundo existente es el único posible. Nosotros podemos relacionarnos con los periódicos únicamente como consumidores, porque (así se nos hace llamar) es lo inevitable, la naturaleza tecnológicamente proporcionada de los medios de comunicación modernos. El contenido actual informa, de si es verdad o mentira, es por lo tanto en un sentido muy real, secundario: “En un mundo realmente puesto del revés, lo cierto es un momento de lo falso”.

11. Los documentos de ‘izquierda’ que enfocan la comunicación de la misma manera que ampliamente niegan su contenido a través de su forma. Los lectores no participan de la comunicación. El mensaje es vacío, igualmente expresado de manera irónica: el establecimiento de tareas imposibles no difiere mucho de decir que el cambio es imposible.

12. Un periódico radical sólo puede ser verdaderamente radical en el momento en que tenga éxito implicando su base activamente en el periódico, y en el momento en el que realmente (no retóricamente) llegue a ser parte de la fábrica de la comunidad (lugar de trabajo, etc.) y sus dificultades.

13. Por lo tanto, un periódico radical no es algo que exista sino algo que está siempre en constante creación, siempre desarrollándose. Un periódico se transformará en uno más radical, en sus estructuras y relaciones, así como en su contenido, a medida que la comunidad se haga más radical. Su radicalismo es siempre parcial, nunca completo.

14. Con esto no se pretende decir que no puede estar por delante de gran parte de la comunidad, sino que nadie lidera si nadie sigue al líder.

15. Un periódico tiene éxito siendo radical siempre que tenga éxito en seguir las raíces de la alienación, hasta el punto que su base se mueve de la pasividad a la actividad.

16. La condición de radicalismo y libertad es la actividad, y la condición de actividad libre o radical es el pensamiento.

17. Un periódico radical por lo tanto tiene dos tareas principales: promover el pensamiento crítico y la auto-actividad.

18. El acceso a la información requiere de éstos de uno en uno.

19. El pensamiento crítico y la auto-actividad no pueden ser promovidas diciéndole a la gente lo que debe pensar o hacer. Sucede sólo cuando la gente piensa por sí misma y decide por sí misma a cerca de sus acciones. Si un periódico tiene que adoptar un rol, debe por lo tanto ser un medio de comunicación, organizar y actuar para la gente, no ser el vehículo a través del cual los ‘radicales’ comunican su mensaje a la gente.

20. Un periódico radical debe perseguir involucrar a la gente en el periódico mismo, no necesariamente como ‘periodistas’ sino al seleccionar y crear el contenido. Sólo así éste podrá responder a las necesidades de la gente.

21. Un periódico radical debe formar parte de una auto-actividad de la gente más general. La gente debe verlo como su periódico, y debe considerarlo como una de las armas que ellos usan en sus propias luchas. El que esto suceda no es principalmente una cuestión de cómo de radical es el periódico (por ejemplo, si es de ‘extrema izquierda’) sino de la calidad de su radicalismo (por ejemplo, si tiene éxito en involucrar la comunidad en el mismo, y el mismo en la comunidad).

¿Cómo podría ser un periódico radical?

1. Bien diseñado, bien escrito, interesante. Importante no sólo para hacer el periódico atractivo en sí mismo, sino indicativo de sus políticas. Si un mensaje no puede ser interesante o bien escrito, hay algo erróneo con el mensaje o la persona que lo emite.

2. Honestidad. Debemos decir la verdad, incluso si duele. Esto quiere decir no sólo que no mintamos sino también que no nos engañemos a nosotros mismos.

3. Crítico. Nosotros no sólo repetimos viejos dogmas, sino que pensamos y escribimos críticamente.

4. Específico. No podemos tratar en abstracto fulminaciones teóricas. Ciertamente analizaremos y teorizaremos, pero las bases de periódico, y nuestro análisis, deben ser acontecimientos específicos.

5. Preocupado con la vida diaria, no sólo con asuntos ‘políticos’.

6. Equilibrado en contenido, encargándose del total de la persona y de la total variedad de los intereses.

7. Dispuesto a admitir errores.

8. Un sentido del humor.



Publicado en The Red Menace, Volumen 3, Número 1, Invierno de 1979

Also available in English: Radical Newspapers.

Aussi disponible en français: Journaux radicaux.